ARRESTO DE JESÚS

Actualizado: 11 ago 2022

Basada en Mateo 26:47-56, Marcos 14:43-50, Lucas 22:47-53 y Juan 18:2-11

En la clase de hoy veremos como nuestro Señor Jesucristo fue arrestado por mucha gente con espadas y palos, esto con la señal que Judas dio al saludarlo y darle un beso. Los puntos y actividades para la clase son las siguientes:

* NOTA: La historia presentada a continuación se encuentra basada y sustentada en la biblia versión Reina Valera 1960, algunos textos están escritos tal y como se encuentra en ella; otros, en lo que respecta a su narración, fueron adaptados para la compresión de los niños, teniendo cuidado de no introducir encubiertamente herejías destructoras, como lo dice en 2 Pedro 2:1 "Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente herejías destructoras, y aun negarán al Señor que los rescató, atrayendo sobre sí mismos destrucción repentina."

Fue nuestro Señor Jesús a orar en Getsemaní junto con sus discípulos y les dijo: Orad que no entréis en tentación, y él se apartó y se arrodilló, y oró diciendo: “Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya.” Y se le apareció un ángel del cielo para fortalecerle. Lucas 22:39-43
Dijo Jesús: “Padre, la hora ha llegado; glorifica a tu Hijo, para que también tu Hijo te glorifique a ti”. Juan 17:1
Habiendo dicho Jesús estas cosas, salió con sus discípulos. Juan 18:1
Mientras tanto Judas tomando una compañía de soldados, y alguaciles de los principales sacerdotes y de los fariseos, fue allí con linternas y antorchas, y con armas. Porque él conocía el lugar donde estaba nuestro Señor Jesús. Juan 18:3
Pero Jesús, sabiendo todas las cosas preguntó: ¿A quién buscan? Ellos dijeron: A Jesús nazareno. Jesús dijo: Yo soy. En ese momento ellos retrocedieron y cayeron y volvió a preguntar: ¿A quién buscan? Ellos dijeron: A Jesús nazareno. Respondió Jesús: He dicho que yo soy; si a mí me buscan dejen ir a estos. Juan 18:4-8
En ese instante Simón Pedro, tomó su espada, e hirió al siervo del sumo sacerdote llamado Malco, y le cortó la oreja derecha. Nuestro Señor Jesús le dijo a Pedro: “Mete tu espada en la vaina; la copa que el Padre me ha dado, ¿no la he de beber” Y tocando su oreja, le sanó. Juan 18:9-11
¿Acaso piensas que no puedo ahora orar a mi Padre, y que él no me daría más de doce legiones de ángeles? ¿Pero cómo entonces se cumplirían las Escrituras, de que es necesario que así se haga? Mateo 26:53-54
Y Jesús dijo a la gente: ¿Como contra un ladrón han venido con espadas y con palos? Todos los días me sentaba con ustedes enseñando en el templo, y no me prendisteis. Mas todo esto sucede, para que se cumplan las Escrituras de los profetas. Entonces todos los discípulos, dejándole, huyeron. Mateo 26:55-56

ENSEÑANZA

La palabra de Dios se cumple.
Todas las cosas son conocidas por Dios y nadie puede tomarlo por sorpresa.
Aunque Nuestro Señor Jesucristo tenía el poder para destruir a los que querían arrestarle, él prefirió padecer para que nosotros pudiéramos ser libres del pecado.