CLASE 193. ELISEO Y NAAMÁN

Basada en 2 Reyes 5

Buenas tardes hermanos, en la clase de hoy veremos el gran poder de Dios al sanar a Naamán y el corazón de este varón de querer servir a Dios y no ofenderlo. Los puntos y actividades para la clase son las siguientes:

* NOTA: La historia presentada a continuación se encuentra basada y sustentada en la biblia versión Reina Valera 1960, algunos textos están escritos tal y como se encuentra en ella; otros, en lo que respecta a su narración, fueron adaptados para la compresión de los niños, teniendo cuidado de no introducir encubiertamente herejías destructoras, como lo dice en 2 Pedro 2:1 "Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente herejías destructoras, y aun negarán al Señor que los rescató, atrayendo sobre sí mismos destrucción repentina."

Había un hombre llamado Naamán, general del ejército del rey de Siria, era varón, porque por medio de él había dado Jehová salvación a Siria. Era un hombre valiente, estaba enfermo de lepra. 2 Reyes 5:1
De Siria habían salido bandas armadas, y a una joven cautiva de Israel y la pusieron como sierva de la mujer de Naamán. Y esta muchacha le dijo a su señora: Si rogase mi señor al profeta que está en Samaria, él lo sanaría de su lepra. 2 Reyes 5:2-3
Fue Naamán con el rey le y le contó lo que la muchacha le había dicho. Y le dijo el rey: Ve, y yo enviaré cartas al rey de Israel. Se fue Naamán y llevó plata, oro, vestidos y cartas para el rey de Israel, que decían: Cuando lleguen a ti estas cartas, sabe que yo envío a ti mi siervo Naamán, para que lo sanes de su lepra. 2 Reyes 5:6
Leyó el rey de Israel las cartas, rasgó sus vestidos, y dijo: ¿Soy yo Dios, que mate y dé vida, para que el rey envíe me envíe un hombre para que lo san de su lepra? Cuando Eliseo el varón de Dios oyó que el rey de Israel había rasgado sus vestidos, envió a decir al rey: ¿Por qué has rasgado tus vestidos? Manda a ese hombre a mí, y sabrá que hay profeta en Israel. Fue Naamán a la casa de Eliseo. Y Eliseo le envió un mensajero, diciendo: Ve y lávate siete veces en el Jordán, y tu carne se limpiará. Y Naamán se fue enojado, diciendo: Pensé que este hombre saldría y que el nombre de Jehová su Dios para tocarme y sanarme de la lepra. ¿Nos son mejores los ríos de Damasco que las aguas de Israel, para lavarme en ellas? 2 Reyes 5:7-12
Pero sus criados se le acercaron y le dijeron: Padre mío, si el profeta te mandara otra cosa, ¿no la harías? ¿Entonces por qué no le obedeces a lo que ha dicho? Y Naamán hizo así, se zambulló siete veces en el Jordán, y al salir su piel se volvió como de un niño, y quedó limpio. 2 Reyes 5:13-14
Regresó a ver a Eliseo le dijo: Reconozco que no hay Dios en toda la tierra, sino en Israel. Te ruego que recibas algún presente. Eliseo dijo: Vive Jehová, en cuya presencia estoy, que no aceptaré ningún regalo. Y aunque él le insistía, Eliseo no quiso. Entonces Naamán dijo: De aquí en adelante tu siervo no sacrificará holocausto ni ofrecerá sacrificio a otros dioses, sino a Jehová. Y pido que me perdone Jehová cuando mi señor el rey entre en el templo de Rimón para adorar, y se apoyare sobre mi brazo, si yo también me inclinare en el templo de Rimón; Jehová me perdone. Y Eliseo le dijo: Ve en paz. 2 Reyes 5:15-19
Cuando Naamán iba a camino a Damasco, Giezi criado de Eliseo llegó a su encuentro y le dijo: Mi señor me envía a decirte: He aquí vinieron a mí en esta hora del monte de Efraín dos jóvenes de los hijos de los profetas; te ruego que les des un talento de plata, y dos vestidos nuevos. Dijo Naamán: Toma dos talentos de plata. Y le dio dos talentos de plata y dos vestidos nuevos, y les dijo a sus criados que le ayudaran a Giezi. Y cuando llegaron a la casa de Giezi, él oculto todo y se fueron los hombres. 2 Reyes 5:20-24
Y fue con Eliseo y le dijo: ¿De dónde vienes, Giezi? Y él dijo: Tu siervo no ha ido a ninguna parte. Eliseo le respondió: ¿No estaba también allí mi corazón, cuando el hombre volvió de su carro a recibirte? ¿Es tiempo de tomar plata, y de tomar vestidos, olivares, viñas, ovejas, bueyes, siervos y siervas? Por tanto, la lepra de Naamán será para ti y para tu descendencia para siempre. Y al salir Giezi estaba blanco como la nieve. 2 Reyes 5:25-27