Basada en Hechos 8:26-40
Hola hermanos, a continuación hablaremos de la conversión del etíope, empezando desde que el Epíritu Santo le dijo a Felipe que se acercara a ese carro y como este varón (el etíope) tenía el deseo de conocer más de Dios. Los puntos y actividades para la clase son las siguientes:
* NOTA: La historia presentada a continuación se encuentra basada y sustentada en la biblia versión Reina Valera 1960, algunos textos están escritos tal y como se encuentra en ella; otros, en lo que respecta a su narración, fueron adaptados para la compresión de los niños, teniendo cuidado de no introducir encubiertamente herejías destructoras, como lo dice en 2 Pedro 2:1 "Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente herejías destructoras, y aun negarán al Señor que los rescató, atrayendo sobre sí mismos destrucción repentina."
Cierto día se encontraba Felipe sentado, cuando un ángel del Señor le habló y le dijo: Levántate y ve al desierto. Y él se levantó y fue. Y un etíope, eunuco, funcionario de la reina Candace de los etíopes, el cual estaba sobre todos sus tesoros, había venido a Jerusalén para adorar, y regresaba en su carro, mientras leí al profeta Isaías. Hechos 8:26-28
Y el Espíritu de Dios dijo a Felipe: Acércate a ese carro. Y Felipe obedeció, y oyó que el etíope leía al profeta Isaías, y dijo: ¿entiendes lo que lees? Y él le respondió: ¿Y cómo podré, si alguno no me enseñare? Y rogó a Felipe que subiera a su carro para que le enseñara. El pasaje de la Escritura que leía era acerca de la profecía en el que nuestro Señor Jesucristo iba a ser entregado y muerto para darnos salvación. Hechos 8:29-33
El eunuco, dijo a Felipe: Te ruego que me digas: ¿de quién dice el profeta esto; de sí mismo, o de algún otro? Entonces Felipe, partiendo de esa porción de la palabra, le anunció el evangelio de Jesús. Mientras iban por el camino, encontraron agua, y dijo el eunuco: Aquí hay agua; ¿qué impide que yo sea bautizado? Felipe respondió: Si crees de todo corazón, bien puedes. Y el eunuco dijo: Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios. Y parando el carro; descendieron ambos al agua, y Felipe bautizó al eunuco. Hechos 8:34-38
Cuando subieron del agua, el Espíritu del Señor se llevó a Felipe; y el eunuco no lo volvió a ver, y continuó gozoso su camino. Y Felipe se encontró en Azoto; y anunciaba el evangelio en todas las ciudades, hasta que llegó a Cesarea. Hechos 8:39-40
ENSEÑANZA
Estemos dispuestos a obedecer la voz de Dios.
Sin importar la edad debemos compartir acerca del evangelio de nuestro Señor Jesucristo.
Aprovechemos nuestro tiempo para buscar a Dios, leyendo su palabra, alabándole, orando. (¿En qué momento? Siempre, al transportarnos a la escuela, al ir en el carro, etc.)
En ocasiones nos es difícil entender la palabra de Dios, por eso debemos orar a Dios para que nos de la sabiduría para poder entender, y si es necesario acudir a nuestros padres o algún hermano de la iglesia, orando siempre que Dios les de sabiduría para poder enseñarnos.
El bautismo es una ordenanza de Nuestro Señor, y es importante cumplirla, no porque a través de ella seamos salvos, sino porque obedecemos el mandamiento de nuestro Dios.
VERSÍCULO
“Alma mía, en Dios solamente reposa, porque de él es mi esperanza.” Salmo 62:5 RVR 1960
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ACTIVIDAD
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MANUALIDAD
1. Bautizo del etiope.
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